En realidad aún no he asistido a una entrevista de trabajo, ni presencial ni por videoconferencia. Pero se podría decir que he tenido un tipo de experiencia similar. El curso pasado formé parte de un grupo de estudiantes en el que realizamos un proyecto para presentarlo a una empresa real. En esta presentación nos formularon distintas preguntas, por lo tanto creo que fue una experiencia muy parecida a un entrevista de trabajo.
La experiencia me resultó muy placentera y sé que se debió a que sentía lo que decía. Nuestro trabajo me encantaba y hablé convencido y tranquilo. No puedo decir que no estuviese nervioso, pero sabía que tenía muy bien preparada la presentación, eso me dio confianza.
Pienso que la ropa fue algo importante también. Me puse algo de mi gusto, algo con lo que me veía bien. Creo que es como salir de fiesta por así decirlo, el ir a tu gusto y verte bien te da confianza a la hora de hablar. Eso me ayudó, me sentía bien con mi apariencia y es algo que se transmite. Algo importante es ser fiel a nuestro estilo pero sabiendo hasta qué punto es lo adecuado, no mentir, pero no pasarse.
Al vernos tan confiados con lo que decíamos y las respuestas que les dábamos a las preguntas que nos formulaban sobre el trabajo, los responsables de la empresa se mostraron bastante interesados con lo que le decíamos.
Es verdad que hay que ser formal y guardar las distancias, pero pienso que es muy importante fijarse en todo lo que te rodea en ese momento, en cualquier detalle, en el tono en el que nos hablen y en cualquier cosa que nos digan. Para luego saber cómo mostrar un nivel de confianza y soltura adecuados.
En definitiva, pienso que lo más importante es mostrar confianza, una confianza adecuada a la situación. También estar informado sobre la empresa y sabernos nuestro proyecto o currículo al dedillo.
Es una experiencia que me encantó. Si vamos preparados y con confianza en nosotros mismos podremos obtener más confianza aún y grandes logros.
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